Encontrarás a Dios
(Arturo Gutierrez Martin)
Dondequiera que pongas tu mirada,
dondequiera que fijes tu atención,
dondequiera que un átomo subsista,
ENCONTRARAS A DIOS.
En las formas diversas de las nubes,
en los rayos dorados que da el sol,
en el brillo que lanzan las estrellas,
ENCONTRARAS A DIOS.
En los dulces balidos que en los prados
el rebaño da al silbo del pastor,
en los trinos cambiantes de las aves.
ENCONTRARAS A DIOS.
En la sangre que corre por tus venas,
en la misma conciencia del tu YO,
en los propios latidos de tu pecho,
ENCONTRARAS A DIOS.
En la santa figura de la madre
cuyo seno la vida te donó,
en la franca sonrisa de una hermana,
ENCONTRARAS A DIOS.
En las lindas pupilas de la joven
que de amores prendió tu corazón,
en la grata visión de un ser querido,
ENCONTRARAS A DIOS.
En las horas de sombra y amargura
cuando a solas estés con tu dolor
si le buscas en la sombría noche
ENCONTRARAS A DIOS.
Encuentro con Jesús
(Zaida C. de Ramón)
Nunca olvidaré aquel día
cuando a mi vida llegaste
en tinieblas yo me hallaba,
mas Tú mi senda alumbraste.
Entre multitud de gente
vagaba sin esperanza
como un barco a la deriva
naufragando, iba mi alma.
A inquirir comencé un día
¿qué pasaba? no sabía
entre temores y dudas,
existía mas no vivía.
¿Qué pasa conmigo, Dios?
¿Qué es lo que me está pasando?
Quiero reir y no puedo;
siempre termino llorando."
"Ayúdame mi buen Dios; "
ayúdame, te lo pido
sana ya mi corazón
y llena hoy mi vacío."
Al momento algo ocurrió;
Su Palabra El enviaba
"Soy la luz", dijo el Señor;
por una piedra me hablaba
Mi corazón se alumbró;
comprendí lo que pasaba
Al instante me rendí
pues JESUS me visitaba.
Desde entonces soy feliz;
tengo paz y tengo gozo
si me persiguen y ofenden,
como JESUS, yo perdono.
Hoy oro, canto y alabo
a mi Salvador bendito
no me canso de adorar a mi Dios,
pues El lo hizo.
¡Gloria doy a mi Señor!
¡Gloria al Espíritu Santo!
¡Gloria al Padre que me dió
lo que yo estaba anhelando.
¿Quieres tú también lo mismo?
¿Ansías vivir un cambio?
Ven hoy a mi Salvador,
mi JESUS te está esperando.
Hoy es el día
(Zaida C. de Ramón)
¡Qué tristeza siento al ver
que está a tu lado y no adviertes!
Me duele ver cuánto te ama
y que tú lo menosprecies.
¡Cuánto anhela dirigirte,
guiar tus pasos, tenerte!
Mas tú sigues tan altivo,
orgulloso, indiferente.
¡Si supieras lo que es
para tu vida su paz!
¡Si solo reconocieras
que hoy es tu oportunidad!
Oigo su voz dulce y tierna;
tocando a la puerta está
Solo espera le permitas
a tu corazón entrar.
Ríndele tu vida hoy;
no resistas más, no esperes
Hoy es día de salvación;
hoy debes de obedecerle.
A la Biblia
(Elvira Vila Massana)
Los cielos cuentan la gloria
Y la majestad de Dios,
Haciendo de El memoria
Aunque no se oiga su voz.
El sol que tanta alegría
Da a toda la humanidad,
¿No nos muestra cada día
Su clemencia y su bondad?
La Ley de Dios es perfecta,
Que vuelve el alma hacia El,
Y la cambia en pura y recta
Aunque haya sido infiel.
Sus mandamientos son rectos,
Que alegran el corazón:
Y el que quiera obedecerlos
Hallará gran galardón.
Deseables más que el oro,
Señor, tus palabras son,
Pues no existe otro tesoro
Que dé tal satisfacción.
Son más dulces tus palabras
Que la miel al paladar,
Por eso yo quiero amarlas
Y ensalzarlas sin cesar.
Quiero ser lo que querías
(Zaida C. de Ramón)
Se oia un murmullo suave;
me acerqué para escuchar
¡Cuán grande fue mi sorpresa
al ver las flores hablar!
Observé que se miraban,
comparándose tristemente
no podían comprender,
¿por qué eran diferentes?
Con llanto desconsolado
oi la rosa que decía:
Yo no sé por qué razón
tengo que tener espinas.
De pronto y para mi asombro
del cielo se oyó una voz:
"Eres rosa con espinas
porque así te creó Dios"
Nunca mires hacia abajo
ni tampoco alrededor;
eleva tu rostro al cielo
donde mora el Creador.
Si el día en que te creó
no te hubiese puesto espinas
entonces no serías rosa;
otro nombre tú tendrías.
Piénsalo por un momento,
¿por dalia te cambiarías?
¿margarita, lirio, nardo? .....
Yo sé que no aceptarías.
En tu rostro puedo ver
no más llanto, sino alegría
has podido comprender
que así es que Dios te quería.
Ahora sé que puedes ver
lo que antes no veías;
estabas tan ofuscada
observando las espinas
que nunca se te ocurrió
mirarte en el lago un día.
¡Cuán sorprendida quedaste!
Absorta, hasta confundida
Viste en tí tanta belleza
que lloraste agradecida!
Quiero seguir siendo rosa;
quiero ser lo que querías
¡Gracias mi buen Creador!
Tú sabías lo que hacías.
Con amor Tú me creaste,
¡Gracias por esas espinas!
Al tallo dan fortaleza
y yo permanezco erguida.
Te agradezco, Creador,
haberme formado un día
pues hoy sí que puedo ver
lo que antes no veía.
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